LAS PRÁCTICAS DE LOS ALUMNOS DE NÁUTICA ABREN UN INTERESANTE DIÁLOGO
INTERSECTORIAL
Se ha celebrado en el Aula
Magna de la Facultad de Náutica de Barcelona una interesante jornada y mesa
redonda con el trasfondo de las prácticas profesionales de los alumnos de
náutica. Organizado por la propia facultad, conjuntamente con la Asociación
Catalana de Capitanes de la Marina Mercante y Estudios Marítimos Naucher,
matriz de esta publicación, el evento ha tenido una gran acogida entre el
numeroso alumnado presente en el aula y profesionales de empresas privadas de
toda tipología relacionadas con el amplio segmento marítimo.
Tras
la bienvenida por parte del decano de la FNB, Santiago Ordás, ha tomado la
palabra, como máximo representante de la Administración marítima española, el
director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez Valero, al que
acompañaban entre otros, los capitanes marítimos de Barcelona y Palamós. Como
profesor universitario, Rodríguez Valero ha disertado en su intervención sobre
la historia de las prácticas en la mar, que vienen desde épocas inmemoriales,
remontándose a los marinos que se enrolaban para su aprendizaje en los buques
que realizaban el trayecto a América.
Rodríguez
Valero aboga por los buques escuela y los simuladores
Si
bien, como ha recordado el director general, la revolución industrial modificó
los hábitos de prácticas con la entrada de nuevas tecnologías y –sobre todo- el
vapor, la acción del hombre sobre los buques dejó de ser tan determinante como
antaño con los veleros, pero igual o más importante a través de la ciencia y la
tecnología.
Llegados
a una época más actual, el máximo responsable de la Marina Mercante española ha
reconocido la dificultad que entraña que cada país presente una normativa
variable en cuanto a los estándares de formación mientras que, sin embargo, la
industria marítima sea tan internacional: “Si existieran unos estándares
globales mucha de las polémicas que generan las prácticas estarían
solucionadas”. En este sentido, “La OMI dicta unas exigencias mínimas a sus
Estados miembro. No obstante, son diferentes las prácticas en Asia que en
Europa… y en el Reino Unido que en España”, por poner dos ejemplos. Sobre este
aspecto “ya se ha trasladado a la OMI la necesidad de crear una normativa ISO
para paliar este problema” pero, por el momento se ha hecho poco o ningún caso.
Desde
la DGMM se es consciente que “actualmente se observa una falta de relevo entre
los profesionales de la mar a escala europea, debido, entre otras causas, a las
dificultades a la hora de realizar las prácticas de los estudiantes en su
período universitario”.
Consciente
de las dificultades presupuestarias que existen en el momento actual, ha
propuesto, de entrada, dos soluciones: contar con un buque-escuela donde
embarcar a alumnos en prácticas de las siete escuelas náuticas que existen en
el Estado y la convalidación de las prácticas que se realizan en los
simuladores.
También
ha señalado la necesidad de abrir más frentes de diálogo con los implicados,
fundamentalmente las empresas navieras y la esfera universitaria. Pero un
diálogo sincero que implique que la formación práctica dote de buenos
profesionales a los buques abanderados o no en España.
La
dificultad de gestionar las prácticas ocupa también a Bruselas
Ex
comisionado de la Unión Europea para las Autopistas del Mar y gran conocedor
del sistema marítimo internacional y de la formación del sector a escala
comunitaria, el profesor Luis Valente de Oliveira ha señalado en su
intervención que “se deben dar los pasos necesarios para que los jóvenes se
acerquen a la profesión de marino dentro de la complejidad que existe”.