jueves, 18 de julio de 2013

Presentación del XXIII Congreso Mundial del Apostolado del Mar






     CIUDAD DEL VATICANO, viernes 9 noviembre 2012 (ZENIT.org).-   El cardenal Antonio Maria Vegliò, presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes y el padre Gabriele Ferdinando Bentoglio CS, subsecretario del mismo dicasterio, presentaron en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el XXIII Congreso del Apostolado del Mar con el tema "Nueva evangelización en el mundo marítimo". El encuentro tendrá lugar en el Aula nueva del Sínodo en el Vaticano, del 19 al 23 de noviembre. Contará con la asistencia de 410 personas procedentes de 71 países de los cinco continentes.
     “El Sínodo de los Obispos y el Año de la Fe son un reto para los capellanes y los voluntarios del Apostolado del Mar que se reunirán en este congreso para buscar respuestas pastorales adecuadas a los problemas de las gentes del mar”, dijo el cardenal Veglió.
Uno de los problemas es el que se deriva del uso de las tecnologías, que aunque mejoran la rapidez del trabajo en el mar, no siempre resultan beneficiosas para los marineros, sobre todo "de los que aceptan contratos que les llevan a vivir durante muchos meses lejos de sus familias". Otra problemática que ha surgido en los últimos años ha sido “el abandono de las naves con sus tripulaciones en puertos extranjeros sin víveres ni recursos y las medidas cada vez más restrictivas que impiden que los marineros bajen a tierra, además de abusos y explotación. Un discurso aparte merece la piratería que causa traumas psicológicos a largo plazo, no sólo a los marineros, sino también a sus familias”, añadió el cardenal.
      La comunidad internacional ha afrontado estas situaciones adoptando la Convención sobre el Trabajo Marítimo (2006) que “establece los requisitos mínimos, en todos los aspectos, de las condiciones de trabajo de los marineros embarcados en las naves mercantiles considerada como “la carta de de los derechos de la gente del mar”.
     Para finalizar su intervención, el cardenal Veglió añadió: “el Apostolado del Mar, a través de sus voluntarios y capellanes se ha preocupado siempre por los pescadores y sus familias. No hay estadísticas precisas sobre los incidentes que afectan a las personas de este sector laboral, pero muchas organizaciones internacionales sostienen que la pesca es una de las profesiones más peligrosas del mundo. No hay que olvidar que, además de la pesca reglamentada, existe la pesca ilegal, no declarada y no disciplinada que a menudo lleva aparejado el tráfico de personas y el trabajo forzoso”.
     A continuación, el padre Gabriele Bentoglio expuso los temas a tratar durante las jornadas del congreso. El primer día se hablará de la nueva evangelización y sobre “la proclamación del Evangelio a un número creciente de marineros pertenecientes a los ritos orientales de la Iglesia católica y a los cristianos ortodoxos o de otras denominaciones, sin olvidar la asistencia a los marineros que hacen escala en los puertos de los países musulmanes”.
     La segunda jornada se hablará de las relaciones eficaces con la industria marítima a cargo del secretario general de la International Transport Workers Federation, que agrupa a 708 sindicatos en representación de más de cinco millones de trabajadores de todos los sectores del transporte; más de la mitad de los marineros de todo el mundo. Ese organismo comparte con el Apostolado del Mar tres objetivos: “mejorar la vida de la gente del mar; garantizar servicios de primera asistencia y responder a las necesidades espirituales y materiales de los marineros”.
     En la tercera jornada los protagonistas serán los pescadores. El Apostolado del Mar pedirá la ratificación de la Convención sobre el Trabajo en el sector de la pesca que atañe a 38 millones de personas.
      El cuarto día del Congreso analizará la piratería marítima, un fenómeno que se extiende, sobre todo, en el océano Índico y las aguas adyacentes al Cuerno de África, aunque afecta también a las costas de África Occidental, a Sudamérica y al Caribe. “Es un crimen difícil de afrontar que suscita gran preocupación, ante todo, por el incremento de la violencia en la gestión de los rehenes, el prolongarse de la detención y la capacidad de resistencia en la gestión de los secuestros”. Ese mismo día se hablará también de los cruceros, un sector en aumento en el mundo marítimo.
    Para finalizar, el congreso tratará el tema del envío en misión, centrándose en “la colaboración ecuménica con otras denominaciones cristianas en los puertos del mundo, sin dejar de lado, cuando sea posible, una cooperación interreligiosa”.
     Se presentarán también dos iniciativas importantes para la tutela de la gente del mar: el Seafarers Rights International (SRI) que conjuga las competencias de la industria y del mundo jurídico para “promover los derechos y la tutela legal de los marineros” y la Maritime Humanitarian Piracy Response (MHPR) para “ayudar a los marineros y sus familias en caso de incidentes traumáticos causados por el ataque de los piratas”.



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